Nunca debes centrarte en el tema económico.
La entrevista de trabajo no es el momento adecuado para negociar las remuneraciones ni los salarios.
Centrarse demasiado en el aspecto monetario causa una mala imagen ante el entrevistador y puede ser contraproducente.
Si es necesario, pregunta, pero de manera discreta, no parezcas ansioso y sobretodo haz también preguntas sobre otros temas.